Descubrí ANADI en el confinamiento. Hacía 6 meses que me habían diagnosticado y, buscando apoyo por Internet, vi la luz. No dudé en asociarme y, a día de hoy, estoy encantada de pertenecer a esta gran familia. He aprendido a manejar mi diabetes y he hecho muy buenas amistades. Participo en todo lo que puedo y trato de proyectar mi aprendizaje entre mi familia y amigos. ¡Gracias, ANADI!