Como madre y padre enviar a nuestra hija al campamento de ANADI ha sido una muy buena decisión. Este campamento no sólo ha proporcionado un ambiente seguro y supervisadas nuestra hija, sino que también ha sido una buena experiencia. El primer año tuve mis miedos pero nos quedamos tranquilos porque iban todo un grupo de profesionales de la salud y además mostraban una verdadera pasión por apoyar y a educar a nuestr@s niñ@s. Esta dedicación nos dio una inmensa tranquilidad y una semana de descanso puro, sin tener que levantarte a las noches a medir, los ratos, los hidratos, el zumo o el azúcar…Te olvidas de todo el tercer día porque los primeros días te viene todo. El campamento es una gran oportunidad para que conozcan otr@s niñ@s que están pasando por experiencias similares. Aprenden que no están solos en sus viajes y desarrollan una Red de apoyo que creo que durará mucho más allá del campamento. Las actividades organizadas son divertidas como educativas. Vuelven con más confía en su capacidad para manejar su condición, gracias a las sesiones de educación sobre la diabetes ( consejos, control de glucosa…) Recomendaría este campamento sin dudarlo a cualquier familia que busque una experiencia enriquecedora y segura para su hij@, bai noski!!!!!