
Fármacos adelgazantes: implicaciones éticas, sociales y de salud tras el éxito de Ozempic® y Wegovy®
Por: Isabel San Martín Erice. Enfermera educadora en diabetes de ANADI.
Medicamentos como Ozempic® y Wegovy® se han convertido en un éxito de prescripción y ventas que está ayudando a muchas personas con Diabetes tipo 2 a mejorar sus niveles de glucemia gracias, entre otros, a la pérdida de peso obtenida. Su popularidad radica en sus resultados visibles, aunque también conllevan riesgos asociados pues ha generado su propio “mercado negro”. Si bien es cierto que los beneficios son claros y probados, y el uso de estos es seguro cuando se ciñe a las indicaciones aprobadas por las distintas agencias de medicamentos internacionales, el uso indebido sin seguimiento ni prescripción médica está generando una gran cantidad de noticias y un debate de la opinión pública que, desde ANADI, creemos necesario reflexionar y aclarar algunos puntos. El uso de estos fármacos es un tema que abarca aspectos médicos, por supuesto, pero también psicológicos, éticos, económicos y sociales. Mientras que representan un avance fundamental en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2, también plantean desafíos significativos relacionados con su mal uso, accesibilidad y regulación.
Con esta información que te presentamos queremos actualizar la ya proporcionada en este artículo, y profundizar en alguno de estos desafíos que están en juego ante la creciente demanda y prescripción de estos fármacos.
1. SOBRE EL USO Y BENEFICIOS DE LA SEMAGLUTIDA
Ozempic ® Wegovy® (fármacos que contienen, Semaglutida)
¿Qué es la Semaglutida?
Se trata de una inyección subcutánea de administración semanal. Se conserva en la nevera entre 2 y 8ºC. Contienen Semaglutida un principio activo que ayuda al cuerpo a reducir el nivel de azúcar. Se usa para el tratamiento de adultos (a partir de los 18 años) con diabetes tipo 2, cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes para un adecuado control de la HbA1C (hemoglobina glicosilada).
¿Cómo actúa?
La Semaglutida actúa a varios niveles:
- Estimula la liberación de insulina a nivel pancreático
- Suprime la secreción de glucagón después de las comidas (el glucagón es una hormona que aumenta los niveles de azúcar en sangre) provocando disminución en la producción de glucosa.
- Además, enlentece el vaciado gástrico provocando una sensación de saciedad prolongada
Todo ello produce una importante pérdida de peso por lo que se está prescribiendo a muchas personas con problemas de obesidad a quienes está ayudando con el control glucémico.
¿Qué indicaciones tiene?
Hay que recordar que, las aquí señaladas, son las indicaciones terapéuticas para las que el fármaco tiene autorización por parte de la Agencia Española del Medicamento, por lo que su prescripción se tendría que ceñir a las mismas:
- Medicación antidiabética cuando no puede utilizar metformina
- En combinación con otros fármacos: antidiabéticos orales o insulina.
- Como complemento de la dieta y el ejercicio para mejorar el control glucémico en adultos con diabetes mellitus tipo 2.
- Reducción del riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores en adultos con diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida.
¿Cuáles son las limitaciones de su uso?
- No se ha estudiado en pacientes con antecedentes de pancreatitis. Considerar otro tratamiento antidiabético
- Aunque está en estudio, el uso de estos fármacos todavía no ha sido aprobado para personas con Diabetes Tipo 1.
- Hay que tener en cuenta que la experiencia en pacientes de 75 años o mayores, o pacientes con insuficiencia renal y hepática graves es limitada por lo que no se recomienda su uso en estos pacientes. Tampoco en aquellos con enfermedad renal terminal. No se dispone de evidencia en cuanto a eficacia y seguridad en niños y adolescentes menores de 18 años.
¿Cuáles son los efectos secundarios descritos?
- Náuseas, vómitos y diarrea son efectos adversos comunes relatados, principalmente, al inicio del tratamiento.
- Agravamiento de la retinopatía diabética en pacientes que ya la padecen, especialmente si experimentan una rápida reducción de los niveles de glucosa en sangre. Esto puede aumentar el riesgo de hemorragias retinianas y progresión de la enfermedad.
- Algunas personas han experimentado problemas más serios, como pancreatitis.
- Hipoglucemias: cuando se usa con medicamentos que contienen sulfonilureas (por ejemplo: Daonil ®, Euglucon 5 ®, Diamicron ®) o insulina.
- Gastritis y Reflujo Gastroesofágico: ardor de estómago, acidez, flatulencia
- Problemas a nivel pancreático: aumentos de las enzimas pancreáticas (Lipasa y amilasa) o Pancreatitis.
- Piedras en la vesícula biliar.
- Mareos y cansancio
RIESGOS DEL USO INDEBIDO
- Problemas oculares: Recientemente, un estudio publicado en JAMA Ophthalmology, ha vinculado el uso de Semaglutida con un mayor riesgo de desarrollar neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NOIANA), una condición rara que puede causar pérdida súbita de visión. El estudio analizó registros médicos de personas con diabetes tipo 2 y obesidad que estaban siendo tratadas con Semaglutida. Los hallazgos indicaron que los pacientes diabéticos que tomaban Semaglutida tenían un riesgo cuatro veces mayor, y aquellos que la usaban para la pérdida de peso tenían un riesgo siete veces mayor de desarrollar NOIANA en comparación con quienes utilizaban otros tratamientos.
- Problemas intestinales graves: Aunque es raro, algunas personas pueden experimentar efectos más graves, como:
- Obstrucción intestinal: Un efecto secundario grave y menos común que puede ocurrir si hay una afectación significativa del tránsito intestinal, especialmente en personas con antecedentes de enfermedades gastrointestinales.
2. IMPACTO EMOCIONAL Y REPERCUSIÓN EN LA SALUD MENTAL DE UN USO NO CONTROLADO
Un uso no supervisado por profesionales de la salud de este tipo de fármacos como medicamentos adelgazantes puede tener diversas implicaciones emocionales y psicológicas al producir cambios radicales en el cuerpo y en la autopercepción. Es esencial que cualquier tratamiento para la pérdida de peso sea supervisado por psicólog@s y profesionales de la salud para garantizar un enfoque seguro y saludable.
- Desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria: El uso no supervisado de Semaglutida puede alterar la relación de una persona con la comida, llevando a comportamientos como la restricción extrema de la ingesta o episodios de atracones seguidos de purgas.
- Aumento de la ansiedad y el estrés: Aunque la pérdida de peso puede mejorar la autoestima, el uso indebido de Semaglutida puede generar ansiedad relacionada con la imagen corporal y la preocupación constante por el peso.
- Alteración de la percepción corporal: El uso no autorizado de Semaglutida puede distorsionar la percepción corporal, llevando a una insatisfacción constante con la imagen física y fomentando ideales poco realistas de belleza. Esto puede contribuir a una autoimagen negativa y a la perpetuación de estándares de belleza poco saludables.
- Dependencia psicológica del medicamento: Al utilizar Semaglutida sin necesidad médica, algunas personas pueden desarrollar una dependencia psicológica del medicamento para mantener el peso corporal, temiendo recuperar el peso perdido si dejan de usarlo. Este miedo puede generar estrés y ansiedad, afectando el bienestar emocional.
3. CONSIDERACIONES ÉTICAS
Es inquietante observar cómo la obsesión contemporánea con un cuerpo normativo, alimentada por redes sociales y reforzada por ideales de belleza inalcanzables, ha dado lugar al uso indiscriminado de fármacos adelgazantes como la Semaglutida. Este fenómeno no es solo un problema de salud pública, sino también un reflejo de nuestras prioridades culturales y éticas.
En primer lugar, debemos preguntarnos: ¿qué dice de nuestra sociedad que los cuerpos sean tratados como proyectos perpetuos de mejora, a menudo a costa de la salud y el bienestar? La delgadez, elevada al rango de virtud estética, ha pasado de ser una preferencia a una imposición. Y aunque este ideal afecta a todas las personas, son las mujeres quienes cargamos con el peso más opresivo de esta presión, perpetuando un ciclo de insatisfacción corporal que en muchos casos comienza en la infancia.
El papel de las redes sociales en este fenómeno es crucial. Estas plataformas, bajo la apariencia de la libertad de expresión y el empoderamiento, actúan como espacios donde se amplifican normas estéticas dañinas. La validación, medida en “likes” y “seguidores”, se convierte en un motor que alimenta conductas arriesgadas, como la adquisición de medicamentos en mercados no regulados, ignorando por completo sus posibles efectos secundarios.
Pero este problema no se limita al ámbito individual. El uso indebido de fármacos adelgazantes fuera de su indicación médica tiene raíces profundas en un sistema económico que encuentra en la inseguridad corporal una mina de oro. Aquí surge una cuestión ética fundamental: ¿es lícito permitir que el mercado y la presión social dicten lo que hacemos con nuestros cuerpos? En lugar de alentar una relación saludable con el propio cuerpo, esta lógica refuerza la idea de que siempre estamos “defectuosas” y debemos corregirnos, sea cual sea el precio.
¿Seremos capaces de construir una socieda donde la salud, el autocuidado y la aceptación ocupen el lugar que ahora tiene la tiranía de los cuerpos normativos?
4. FALSIFICACIONES Y MERCADO NEGRO
Alertas de la OMS:
La Organización Mundial de la Salud emitió alertas globales sobre la aparición de versiones falsificadas de Ozempic ®, especialmente en países con alta demanda. Estas versiones pueden contener ingredientes peligrosos o dosis incorrectas, poniendo en riesgo la salud de l@s consumidor@s.
Causas del mercado negro:
La creciente demanda por estos fármacos para perder peso ha fomentado la falsificación y distribución ilegal. Se han reportado ventas no reguladas en plataformas en línea y mercados paralelos.