RECOMENDACIONES PARA EL VERANO

El verano es una época para el relax, la desconexión de las rutinas, dejarnos llevar por el hedonismo e incluso por el “dolce far niente” (o el placer de no hacer nada). Las personas con diabetes pueden hacerlo también, ¡por supuesto!, pero siempre con una preparación previa, una serie de precauciones y buena información que deben tener en cuenta para poder abandonarse al descanso y al disfrute. 

  1. Hay que tener presente que el calor aumenta la velocidad de absorción de las insulinas pudiendo provocar hipoglucemias, por lo que se recomienda un control glucémico más frecuente. 
  1. Recuerda mantener una buena hidratación. Las glucemias altas pueden hacer que se vaya con más frecuencia a orinar, si además le sumamos la cantidad de agua que perdemos a través del sudor, el riesgo de deshidratación aumenta en las personas con diabetes 
  1. No exponer al sol las insulinas, tampoco las tiras reactivas ni los glucómetros ya que pueden alterar su funcionamiento. Si encuentras que el líquido de la insulina no es transparente, desecha esa pluma y empieza un nueva.
  1. En cuanto a la alimentación, la dieta mediterránea sigue siendo la más recomendada y avalada por la evidencia científica. Se trata de una alimentación sencilla, pero no simple, muy completa en cuanto a nutrientes, rica en vegetales y con abundancia de frutas y verduras en la mayoría de las comidas y que, además, es fácil de seguir en verano por la gran variedad que en este tipo de alimentos nuestro ofrece nuestro país y nuestro entorno. En este enlace, encontrarás recetas sencillas de preparar y muy saludables. 
  1. Cuando viajes, lleva contigo un informe médico lo más completo posible que incluya información sobre: alergias o intolerancias, todas las enfermedades que padeces (no solo la diabetes), tu tratamiento habitual (medicación, dosis, horas de administración), datos del equipo de salud que te trata (nombre de tu médico y enfermera), datos de contacto de familiares y/o allegados. SI puedes llevar una traducción al inglés o al idioma del país que visites, mejor.  
  1. Es importante que se lleve todo el material necesario desde aquí, duplicado o incluso triplicado en distintos equipajes para que, si uno se pierde, tengas material suficiente de repuesto. Si viajas a Europa saca la tarjeta sanitaria europea antes o lleva contigo una copia de la póliza del seguro de viaje. Es importante que compruebes las coberturas de éste pues es habitual que los seguros no cubran las complicaciones de enfermedades preexistentes al viaje, como la diabetes. 
  1. Si vas a tomar un vuelo para acudir a tu destino vacacional, la insulina tiene que volar contigo en el equipaje de mano (así como todo el material para realizar las mediciones), nunca en la bodega del avión. Respeta los límites de temperatura de todos los medicamentos que lleves, especialmente la insulina. Lleva contigo también agua y un kit con HC de absorción lenta y rápida en caso de que tengas una hipoglucemia. 
  1. Podemos ver el verano como una oportunidad para adquirir nuevos hábitos o consolidar aquellos que hayamos adquirido a lo largo del año. En esta época del año tenemos más tiempo libre para adoptar hábitos de vida saludables, por ejemplo, para hacer ejercicio. ¿Por qué no aprovechar e iniciar una actividad física?: padel, senderismo, bicicleta, natación… 
  1. Utiliza estos textos que te dejamos aquí, en caso de que necesites ayuda. 

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Imagen tomada de: “Vivir con diabetes. Guía para viajar con tranquilidad” de Isidoro Luis Dujovne Kohan. Editado por la SED y Novonordisk.