Nuestra enfermera, Arantxa Bujanda, os cuenta su experiencia en los campamentos con menores de los Países Bajos.

“Después de 4 años organizando campamentos en ANADI, tuve la oportunidad de asistir a los campamentos de la fundación Bas van de Goor, una fundación que persigue la mejora de Ia calidad de vida de las personas con diabetes a través del ejercicio físico en los Países bajos. Del 27 al 30 de septiembre acudieron 30 niños y niñas de entre 10 y 12 años y del 1 al 4 de octubre, 30 asistentes de entre 13 y 15 años. El lugar elegido fue SnowWorld (Landgraaf), un hotel con múltiples actividades accesibles.

Formé parte del equipo entre los que se encontraban 2 coordinadores, 2 monitores, 5 enfermeras y 1 pediatra ayudando en las distintas tareas. Se realizaron diferentes actividades de ocio como esquí, arborismo, deportes variados (vóley, bádminton, fútbol…) y actividades relacionadas con la diabetes, como un Quiz sobre conocimientos de la enfermedad. También había un tiempo de debate por grupos con las enfermeras sobre el control que había tenido cada uno sobre su diabetes durante el día.

Es muy enriquecedor poder ver cómo organizan los campamentos en otro país y he podido compartir y observar las diferencias existentes, además de ver la forma de controlar su diabetes.

En los Países Bajos el sistema sanitario se enmarca en el modelo “Bismarck”, es decir, la atención se realiza a través de empresas privadas mediante el pago de cuotas a seguros de salud. Así, no todas las personas tienen la misma cobertura. En cuanto al tema de diabetes, los menores pueden elegir cualquier tipo de bomba de insulina y sensor, pero deben estar al menos 4 años con ello. Pero las personas adultas tienen más dificultades para ello. También está financiado el sensor Flash para todas las personas con diabetes, independientemente de qué tipo sean. Aproximadamente el 85% de los menores que participaron llevaban sistemas de infusión continua de insulina y muchos de ellos, sistemas de asa cerrada.

Respecto a la alimentación, cambia tanto el horario como el tipo de dieta. En los campamentos que yo conocía hasta el momento se les enseña qué es una alimentación saludable y cómo llevarla a cabo. Sin embargo, en estos se centran en la realidad de niños, niñas y adolescentes, ya que comen todo tipo de dulces (buffet libre en el desayuno, chocolatinas para merendar…) y su objetivo es enseñarles a manejar la diabetes en su vida diaria ante esos desafíos. El control de la diabetes con este tipo de alimentación no es sencillo y se complica todavía más el mantenimiento de las glucemias en rango.

Después estuve en “Diabeter” un centro especializado en la atención y educación de personas diabetes tipo 1, donde pude ver una atención individualizada gracias al gran trabajo multidisciplinar que realizan.

Ha sido una estancia muy enriquecedora, en la que he aprendido muchos aspectos sobre el manejo de la diabetes y su organización.

Siempre es útil ver otras formas de hacer las cosas, poder extrapolar lo positivo y aprender de lo negativo.

Vuelvo con el convencimiento de que los campamentos para menores con diabetes son muy útiles para los participantes y sus familias, ya que aprenden, se divierten y comparten experiencias con sus iguales.

Muchas gracias a la Sociedad Española de Diabetes la convocatoria de estas ayudas y a ANADI y la Fundación Bas van de Goor por hacerlo posible.”